Seamos claros, la comunicación antes de separarte no era precisamente buena, pero ahora, directamente es un dolor de cabeza. Desafortunadamente, cuando hay hijos de por medio, hablar con tu ex no es opcional. Tendrás que hablar con tu ex sobre horarios, dinero, problemas con los padres y mucho más. Además, tendrás que hacerlo hasta que tus hijos tengan al menos 18 años.
Si tú y tu ex conseguisteis superar el divorcio de manera relativamente amigable, hablar con tu ex sobre los niños puede no ser un problema. Pero, si tu divorcio fue más traumático, probablemente preferirías sacarte una muela sin anestesia, antes que hablar con tu ex sobre cualquier cosa.
La buena noticia es que, con el tiempo, la mayoría de los padres generalmente encuentran una manera de comunicarse entre ellos, que sea al menos civilizada. Puede que no seáis los mejores amigos, pero al menos no os gritáis cada vez que coincidís en un cambio de custodia o en la consulta del pediatra.
Sin embargo, hasta que llegue a ese punto, ¿cómo puedes hablar con tu ex sin comenzar una guerra o perder los papeles?
Cómo hablar con tu ex sobre los niños
Si bien, tratar con tu ex acerca de los niños, o de cualquier otra cosa, puede que nunca llegue a estar en tu lista de deseos para Navidad, hay algunas maneras de hacerlo menos desagradables . Aquí van 9 consejos sobre cómo hablar con tu ex sobre los niños (¡sin volverte majareta!).
Resiste el impulso de hablar sobre cualquier cosa
No hables de nada que no se relacione directamente con los niños. Eso significa que las conversaciones sobre con quién sale tú ex o qué está haciendo cuando los niños no están cerca, están estrictamente prohibidas. La vida de tu ex ya no es asunto tuyo. Si tu ex trata de hacerte preguntas personales, ten una respuesta firme y cortés lista. Podrías decir: “Solo hablemos de los niños”. O: “Prefiero no ir por ahí, ¿de acuerdo?” (SUGERENCIA: “No es asunto tuyo, imbécil” puede que te apetezca decirlo ¡y con razón! Pero, NO lo hagas.
Que sea breve
Di lo que tengas que decir y luego para. Se conciso. Cuanto menos divagues, menos serán las posibilidades de tener la discusión que has tenido mil veces mientras estabais juntos. Además, cuanto más divagues, más fácil será compartir en exceso cosas con tu ex que ya no son asunto suyo.
Sin golpes bajos ni juego sucio
Los comentarios groseros sobre su apariencia, su estilo de vida o sus finanzas, no ayudarán a construir una buena relación de co-paternidad. Los comentarios sobre la nueva pareja de tu ex también están prohibidos. No importa lo que haga tu ex o con quién se acueste. Si quieres hacer tu vida más fácil y hacer lo mejor para tus hijos, muérdete la lengua y solo habla de tus hijos. (Ver Consejo 1.)
No tengas conversaciones cuando estés cansad@
Ya es bastante difícil tener una conversación civilizada con tu ex cuando estás con ánimo y energía. Hablar con tu ex cuando estás cansad@ o molest@ es solo llamar al desastre. Esto es especialmente así si estás hablando de algo que es sensible o controvertido. Haz tu mejor esfuerzo para programar conversaciones con tu ex cuando tengas la energía para pensar con claridad y controlar tus emociones.
Establece límites de antemano
Es difícil pensar bajo presión. Si tu ex tiene la tendencia de entrar a tu casa sin ser invitado, o quiere cambiar el horario de cambio de custodia o el día , piensa cómo quieres responder antes de que realmente tengas que hacerlo . Establece límites y piensa cómo responderás cuando tu ex intente actuar. Entonces, cuando estés en medio de la situación, te será más fácil de gestionar.
No le digas a tu ex cómo ser buen padre/madre
A menos que tu ex esté haciendo algo que sea ilegal o peligroso, tiene el derecho de criar a sus hijos de la manera que quiera. No importa que no estés de acuerdo. (¡Lo siento!) No importa si tu camino es mejor. Ni siquiera importa si a tus hijos les gusta más tu manera. Es posible que tus hijos puedan estar diciéndoos cosas diferentes a ti y a tu ex, dependiendo de lo que piensen que cada uno queréis escuchar.
Tanto tu como tu ex tenéis derecho a ser padres a vuestra manera.
Intentar hacer que tu ex se adapte a tu manera de criar a tus hijos, no hará más que desgastarte y frustrarte.
La culpa es una emoción tóxica. Culpar a tu ex por cada cosa horrible que haya sucedido (especialmente las cosas que ocurrieron antes de divorciarte) no mejorará tu relación. No ayudará a resolver los problemas que puedan tener tus hijos. Si quieres tener una relación civilizada con tu ex, y una vida mucho más feliz, deshazte de la culpa y deja ir tu ira. No solo será más fácil tratar con tu ex, sino que también te sentirás mucho mejor.
Trata a tu ex como un humano
No importa lo que tu ex o no te haya hecho a ti o a los niños, él / ella sigue siendo un ser humano. Sigue siendo la otra mitad en la crianza de tus hijos. Tratar a tu ex como basura no va a mejorar tu relación o facilitar tu comunicación. Si quieres que sea más fácil hablar con tu ex, trata de tratarlo con respeto. Hazlo incluso si no lo merece. Al final, se trata de tus hijos y de ti no lo olvides.
Si no puede tener una conversación civilizada, usa una APP
A veces, a pesar de tus mejores esfuerzos, tú y tu ex simplemente no podéis tener una conversación normal. Cada vez que hablas, terminas discutiendo. Cada vez que os veis, tu sangre hierve. Si esa es la situación en la que te encuentras, ¡deja de hablar cara a cara con tu ex! Limítate a comunicarte con una herramienta digital, por ejemplo una APP para familias separadas, ¡¡que esto ya lo resuelve la tecnología!!
Una APP no solo te permitirá mantener conversaciones cortas, sino que también te proporcionará un “rastro digital” de todo lo que cada uno de vosotros diga. Además tienes muchas funcionalidades más, como finanzas, calendario de custodia, chat etc. esto minimizará las conversaciones de ida y vuelta sobre dónde deben estar los niños en un día y hora determinados, peleas por los gastos, las vacunas y mil cosas más. Créeme vale la pena, debemos poner el foco como siempre digo en “quien más importa”: nuestros hijos.
2BePart, la APP para Familias separadas que piensan en quien más importa.